APILINA, La abeja Felíz. Historias del Huerto

Había una vez una abejita joven llamada Apilina, a quien le encantaba salir a recolectar polen en los huertos cercanos a su colmena. Uno de sus lugares favoritos era el huerto de José y Gloria, donde encontraba muchas flores y podía observar a los humanos trabajando con esmero en sus cultivos.

Un día, después de una jornada larga y agotadora, Apilina quedó exhausta en una hermosa flor. Gloria la vio cargada de polen y desmayada, y sin pensarlo dos veces, corrió a darle agua y un poco de miel diluida en agua. Apilina despertó y agradeció el gesto de Gloria.

Como Gloria sabía que Apilina era de la colmena del huerto, decidió acercarla a la piquera. Desde ese día,  volvió todos los días al huerto para polinizar las plantas, ayudando a que crecieran con fuerza y vigor. La cosecha fue espléndida y José y Gloria se dieron cuenta de que Apilina había sido una gran aliada en el cuidado de sus cultivos.

Desde entonces, se convirtió en una amiga de José y Gloria, quienes siempre la recibían con alegría en su huerto. La pequeña abejita se sentía feliz y agradecida de haber encontrado a estas buenas personas, quienes le habían brindado su ayuda y su amistad.

Y así, gracias a la bondad de Gloria y José, y al esfuerzo y dedicación de Apilina, la colmena del huerto prosperó y sus cosechas fueron siempre abundantes y saludables. La abejita aprendió que la amistad y la colaboración son importantes, y que a veces, la ayuda de otros puede hacer una gran diferencia.