Cada día se hace más importante ser propietarios de nuestros alimentos. Si dejamos que las multinacionales patenten nuestras semillas, si dejamos que nos prohiban usar libremente las semillas, si poco a poco nos impiden cultivar nuestros propios alimentos perderemos nuestra libertad.
Esta crisis no ha enseñado muchas cosas, la primera quizás la más importante, que no podemos depender de alimentos cultivados en otros territorios. Nos ha enseñado que tenemos que potenciar los mercados de consumo local, incentivar a los productores de cercanía, volver a revertir el protagonismo a las plazas de abastos y peuqeños comercios que capilaricen toda esa producción.
Yo desde aquí os invito a todos a que consumais productos de proximidad y si podéis haceros con un pequeño huerto, un huerto en el balcón si no teneís otra opción, y pensad que si cultivais un solo producto, millones de personas haciendo esto conseguira millones de productos sanos y de calidad.